viernes, 14 de octubre de 2016

Los dos puntos y los puntos suspensivos


Disciplina:     Lengua y Literatura                     Grado: 11mo                                Sección:"F" 

Tiempo: 90 min 

Indicador de logro: Utiliza de forma apropiada los dos puntos y los puntos suspensivos en su expresión escrita.

Los dos puntos :
Son un signo de puntuación que detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.
Se usan dos punto en los casos siguientes:
Después de anunciar una enumeración.
Ejemplos:
Van a subastar tres manuscritos: uno de Hostos, otro de Martí y un tercero de Neruda.
Tres son las ciudades que visité: San Juan, Santo Domingo y Ciudad México.
También para cerrar una enumeración, antes del anafórico que la sustituye, se utilizan los dos puntos.
Ejemplos:
Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación.
Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.

Los dos puntos preceden a las citas textuales. En este caso, después de los dos puntos se suele escribir la primera palabra con inicial mayúscula.
Ejemplos:
Las palabras del médico fueron: «Reposo y una alimentación equilibrada».
Ya lo dijo Descartes: «Primero pienso, luego existo».

Se emplea este signo de puntuación tras las fórmulas de saludo en las cartas y documentos. También en este caso la palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente, en un renglón aparte.
Ejemplos:
Querido amigo:
Te escribo esta carta para comunicarte...
Muy señor mío:
Le agradeceré se sirva tomar a su cargo...

Se escriben puntos suspensivos...
 Cuando se omite algo o se deja la oración incompleta.
Ej.: Dime con quién andas...         (y  te diré quién eres)
 Para indicar duda, inseguridad, temor o sorpresa con una forma de expresarse entrecortada.
Ej.: Bueno... en realidad... quizá... es posible...
 Cuando se deja sin completar una enumeración u oración.
Ej.: Tengo muchas clases de flores: rosas, claveles...
 Cuando se quiere dar emoción.
Ej.: Y en lo más interesante... se apagó la luz.
 Para dejar algo indefinido o indeterminado.
Ej.: De la subida de precios... mejor ni hablar. El marisco... ni tocarlo.
A.  Lee esta carta:
Sobre los: los dos puntos
Amado y peludo amigo:

     No te había escrito antes porque estaba cuidando mi rosa.  Como recordaras, debo prodigarle ciertos cuidados: regarla, protegerla con un biombo y quitarles las orugas.
     Cada vez que estoy con ella, recuerdo tus palabras: "Eres responsable de tu rosa".  Ahora comprendo tu sabiduría: somos para siempre responsables de lo que hemos domesticado.

Te quiere desde su planeta,
     El Principito


Escribimos dos puntos:
  • después del saludo de una carta, postal o correo electrónico.
Ejemplos: querido amigo: Estimada Sra. Reyes:
  • antes de algunas enumeraciones
Ejemplo: Esto es lo que necesito: una regadera, un biombo y un abono.
  • antes de una cita directa
Ejemplo: El zorro le dijo: "Eres responsable de tu rosa".
  • ante de enunciados que explican o amplían una información.
Ejemplo: El zorro era muy sabio: le enseñó muchas lecciones al Principito.

B.  Escribe los dos puntos, donde sea necesario
1.  El Principito es un chico afortunado encuentra amigos en los lugares más inesperados.
2.  Para no olvidarlo, se fue repitiendo "Yo soy responsable de mi rosa".
3.  Estos son mis ritos bailar los jueves  ir al cine los sábados, rezar los domingos.
4.  El zorro ama los ritos sus vacaciones dependen de ellos.
5.  Excelentísima Majestad
                          Le escribo para decirle...

A.  Lee la contestación a la carta de la página anterior.
Querido y joven amigo:
     Gracias por decir que soy sabio, pero yo sólo soy un reflejo de mis amigos.  Ya sabes, dime con quién andas...
'    Cuando te fuiste, le pedí a otro chico que me domesticara.  Pero no me di cuenta de que era cazador y casi me cuesta la vida.  Es más, si no llego a poner patas en polvorosa...
     Avísame cuando vuelvas por la Tierra.  Recuerda que yo también soy tu responsabilidad.

Te extraña,

  • Contesta:

1.  ¿Por qué frase podrías sustituir los puntos suspensivos del primer párrafo?
2.  ¿Qué función cumplen los puntos suspensivos del segundo párrafo?

Escribimos puntos suspensivos cuando queremos dejar incompleta la idea de una oración o de un refrán.  A menudo se usan para crear tensión o duda. 
Observa  que siempre se escriben tres puntos.
  • Ejemplos: Si no llego a poner pie en polvorosa...
                             De repente, se oyó un ruido y...

B.  Elimina los puntos suspensivos y completa las oraciones.
1.  Si ves al Principito...  Si ves al Principito, dile que el zorro está buscándolo.
2.  Cuando riegues la rosa...  _____________________________________
3.  Como las gallinas no vuelan...  _______________________________________
4.  El cazador disparó y...  ____________________________________________

C.  Escribe puntos suspensivos o punto final, según sea necesario.

1.  Quien mucho abarca___
2.  Sabes que te amo, pero___
3.  Sientate un poco más cerca, hasta que___
4.  Domesticar significa crear vínculos___
5.  Hay una flor___ creo que ella me ha domesticado.
6.  Lo esencial es invisible para los ojos___

:
Los: dos puntos
Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue. Ponen énfasis en lo que sigue y crean una expectativa.
Los dos puntos señalan pausa precedida de un descenso en el tono; pero a diferencia del punto, denotan que no se termina con ello la enunciación del pensamiento completo.
Los dos puntos indican que una idea se va a desarrollar o precisar a continuación por una enumeración de elementos, la presentación de ejemplos, síntesis, causa, consecuencia, etc.
Fue al mercado porque necesitaba varias cosas para hacer la comida: tomates, pimientos, pepinos, cebollas, ajos, etc.
Galicia consta de las provincias siguiente: La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra.
Los resultados fueron: cientos de muertos y familias sin hogar.
Dos fueron los filósofos más famosos de entonces: Unamuno y Ortega.
También se emplean para cerrar una enumeración, antes del anafórico que los sustituye:
Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena dieta.
Los dos puntos se emplean para reproducir en palabras textuales lo que ha dicho otro. Estas palabras textuales suelen venir anunciadas con expresiones sinónimas de ‘decir’, ‘preguntar’, ‘manifestar’, ‘oír’. Después de los dos puntos, en estos casos se suele escribir la primera palabra con inicial mayúscula:
Como decía Sócrates: «Sólo sé que no sé nada».
Se oyó una voz que decía: «Aquí no se puede dormir. A ver si os calláis».
«Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo. Son varias las relaciones que se pueden expresar:
a)    Relación causa-efecto: Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
b)    Conclusión o resumen de la proposición anterior: Varios vecinos monopolizaron la reunión con problemas particulares: no llegaron a ponerse de acuerdo.
c)     Verificación o explicación de la proposición anterior, que suele tener un sentido más general: La paella es un plato de la cocina española muy completo desde el punto de vista nutritivo: cuenta con la fécula del arroz, las proteínas de sus carnes y pescados y la fibra de sus verduras.» [RAE: Ortografía, 1999, § 5.3.4]
Los dos puntos preceden a la oración que sirve de comprobación a lo establecido en la oración anterior:
No hay vicio más pernicioso que el juego: por él mucha gente se ha arruinado.
A veces los dos puntos se ponen en lugar de una coma siguiendo a algunas locuciones en comienzo de frase, cuando se quiere expresar una pausa enfática. Suele ser después de expresiones como
ahora bien
pues bien
por ejemplo
Verbigracia
esto es, etc.
En textos jurídicos y administrativos
«En textos jurídicos y administrativos –decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias –, se colocan dos puntos después del verbo, escrito con todas sus letras mayúsculas, que presenta el objetivo fundamental del documento. La primera palabra del texto que sigue a este verbo es escribe siempre con inicial mayúscula y el texto forma un párrafo diferente. Por ejemplo:
CERTIFICA:
    Que D. José Álvarez García ha seguido el Curso de Técnicas Audiovisuales celebrado en la Escuela de Cine durante los meses de abril y mayo del presente año.»
[RAE: Ortografía, 1999, § 5.3.6]
En algunos documentos se pone punto después de expresiones como:
disponer
resolver
hacer saber
acordar, etc.
A veces se ponen dos puntos entre el nombre del autor y el de su obra, en la cita de libros y otras publicaciones:
Zubiri, Xavier: El problema filosófico de la historia de las religiones. Madrid: Alianza Editorial, 1993.
Correspondencia epistolar:
Ponemos dos puntos después de las expresiones con las que saludamos a las personas a las que dirigimos un escrito en el estilo epistolar. Los dos puntos se ponen detrás del vocativo introductorio. La palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente, en un reglón aparte:
Querido amigo:
Hace tiempo que ...
En alemán se suele poner en estos casos una coma:
Lieber Freund,
es ist lange her, dass ...
«En el uso actual, salvo en los casos muy formales, no es raro que en lugar de dos puntos se use una coma.» (Manuel Seco: Dicc. de dudas …, p. 369)
Expresión numérica del tiempo
En las expresiones numéricas del tiempo, entre las horas y los minutos. En estos casos también es correcto el punto:
El avión aterrizará en Barajas a las 6:25 (6.25).
Advertencia
«Debe evitarse el vicio de poner dos puntos (o cualquier otro signo) entre una preposición y el sustantivo introducido por ella, como en estos casos:
Coordinado por: Andrés García e Irene López; Fotografía y texto de: Juan Álvarez.
Según la Academia, después de los dos puntos se escribe indistintamente con letra mayúscula el vocablo que sigue. Pero en realidad no es así. Se escribe mayúscula en los casos siguientes:
§     cuando los dos puntos preceden a palabras textuales que se citan: Dice el refrán: Hombre prevenido vale por dos.
§     cuando los dos puntos siguen al encabezamiento de una carta: Muy señor mío: Le agradezco ...» (Manuel Seco: Dicc. de dudas …, p. 369)
Usos no lingüísticos de los dos puntos
a)    Se utilizan los dos puntos para separar las horas de los minutos en la expresión del tiempo, alternando con el uso del punto: 15:30 h, 12:00 h.
b)    También indican una división en expresiones matemáticas: 8 : 2 = 4. En este caso alternan con la barra y con el símbolo ÷.


...
Los... puntos suspensivos
Los puntos suspensivos son tres punto (...) que representan una pausa en el lenguaje oral durante la que se mantiene y se alarga el tono de la palabra anterior a ellos, para indicar que se deja en suspenso el sentido de lo expresado anteriormente.
Pueden indicar que el texto queda incompleto o que el final se deja impreciso.
Los puntos suspensivos también pueden ser una expresión de sentimientos.
Después de los puntos suspensivos, cuando cierran un enunciado, se escribe mayúscula:
Es caso es que si lloviese... Bueno, mejor no pensar cosa tan improbable.
Si no cierran un enunciado y este continúa tras ellos, se escribe minúscula:
Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.
Se usan los puntos suspensivos en los siguientes casos
Se ponen en lugar de un etcétera, para indicar que se deja incompleta la enumeración o que se deja un periodo sin terminar, porque se da el resto por entendido o porque no se cree necesario expresarlo.
Son muchas las comunidades autónomas que tienen este problema: Galicia, Extremadura, Andalucía...
En las citas textuales, el fragmento que se omite se indica con puntos suspensivos entre corchetes, si el fragmento omitido pertenece al interior de la cita:
Como dice Ortega en el prólogo para franceses de La rebelión de las masas: «Se olvida demasiado que todo auténtico decir no sólo dice algo, sino que lo dice alguien a alguien. En todo decir hay un emisor y un receptor, los cuales no son indiferentes al significado de las palabras. [...] El lenguaje es por esencia diálogo, y todas las otras formas del hablar depotencian su eficacia.»
Se emplean los puntos suspensivos cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte:
Porque como dice el refrán español: «Más vale pájaro en mano...»
Le gustaba recitar el famoso Dos de Mayo: «Oigo, Patria, tu aflicción y...»
También se usan los puntos suspensivos para dar mayor énfasis a la idea expresada, para suscitar cierta expectación en el lector o para sorprenderle con lo que viene a continuación. La interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con lo inesperado de la salida.
Entré en el gallinero pensando que habría entrado allí una zorra y era... el perro del vecino.
El que escribe usa los puntos suspensivos cuando se queda pensativo o a solas con sus recuerdos:
Aquellas tardes lluviosas de los domingos me recordaban los años de mi infancia en Galicia. La Galicia de la niebla, del orvallo...
Los puntos suspensivos indican también vacilación, indecisión, duda, temor, interrupción del diálogo:
Oye, Pepe ... Tú me habías dicho una vez que andabas buscando piso. Pues mira, yo sé de uno y muy barato.
Yo..., bueno, mi mujer, quería alquilar una casa en las afueras de la ciudad.






El éxito depende de usted, no de nadie más…

 
 





 



jueves, 9 de junio de 2016


Generación del 98: Contexto Histórico

El Siglo XIX termina en España con una grave crisis: el fin del imperio colonial español.  En 1895, se produce el levantamiento de Cuba y en 1896 el de Filipina, últimas colonias de España en América.  España, aunque reacciona ante las revueltas, sufre una derrota total y en 1898 se ve obligada a firmar el Tratado de París, por el que Cuba consigue la independencia, mientras que Filipinas y Puerto Rico quedan bajo el control de Estados Unidos.

Este acontecimiento provocó en España una ola de indignación y protesta que se manifestó en la literatura a través de los escritores de la Generación del 98.  Esta generación canaliza la impotencia, la frustración y desazón histórica de los españoles después de haber perdido sus últimas colonias ultramarinas.

Características de la generación del 98

Sus principales componentes son : Miguel de Unamuno, José Martínez Ruíz, Valle - Inclán, Pío Baroja, Azorín y Antonio Machado.  Ellos nacen entre 1864 y 1875.

El acontecimiento histórico que los une es la decadencia española y el desastre de 1898.

Tienen que encarar la imagen lamentable que presenta España, que ha caído en la apatía y el desinterés.

Es una generación de lacerante diagnóstico.  Analizan los males de España e intentan proponer soluciones.  Se rebelan y protestan ante el atraso de su país. Esto hace que propongan soluciones para la reconstrucción de la agricultura, la educación, la cultura y la economía. También proponen la integración de España y Europa.

Se preocupan por encontrar la verdadera esencia o alma de España y el sentido de la vida. Destacan, especialmente, en el ensayo. Su búsqueda de la identidad de España es a través de la historia, el paisaje y la literatura.
Exaltan los valores nacionales y patrióticos, a medida que adquieren un mayor conocimiento y aprecio de España.  Por ello, a pesar de la crítica que realizan a la apatía y conformismo, también retoman viejos e inmortales iconos de grandeza : El Cid y el Quijote.









Ato[editar]


  • La europeización: La cultura española pierde su carácter tradicional y se deja influenciar según modelos extranjeros, especialmente alemanes, ingleses y franceses.
  • El Autodidactismo: Se refiere a que los escritores de esta generación son autodidactas; llevan a la prensa y al libro sus ideas y sus doctrinas.
  • La Rebeldía: Toda la labor de la generación del Noventa y Ocho está caracterizada por un noble deseo renovador.

  • El Estilo: Los escritores del Noventa y Ocho estudian concienzudamente el lenguaje, aprovechando el origen etimológico de las palabras. Es de sobra sabido que había una gran diferencia entre los autores del 98 en cuanto al estilo se refiere, pero a la vez tenían en común una actitud crítica e interrogativa, y muchas ganas de modernizar y liberalizar España.
  • Actividades:   1- Realice un esquema sobre el contexto histórico y sus características.
     Lea atentamente el argumento de la novela Niebla de Miguel de Unamuno.
    A la luz de lo leído: realiza un comentario de texto corto, pero contundente e identifica las características de la Generación del 98.  
           
     Argumento de la novela Niebla

    En la novela ("nivola") Augusto va a ver a Unamuno y éste le dice que no puede suicidarse porque no vive solo, sino que es un ente de ficción. Después se da cuenta de que todo es un sueño, un sueño de su vida.
    Augusto se rebela contra su no-existencia. Al final muere y le manda un telegrama a Unamuno en el que le dice "enhorabuena, se ha salido usted con la suya". La novela termina con una oración fúnebre a cargo de Orfeo, el perro de Augusto.
    Toda la novela se configura como una extensa confesión metafísica. Unamuno se despieza a sí mismo, se convierte en ficción, se reinventa. Por ello su personaje acaba cobrando vida: la pretensión de la obra es cohesionar de tal forma ficción y realidad que el propio lector se sienta confuso, cierre las páginas del libro preguntándose aún qué hay de cierto y qué hay de novelesco (de nivolesco) en él. De esta forma se transportan al sentir de Miguel por entonces: un periodo de crisis, de preguntas, de vacíos espirituales.
    Es interesante al respecto uno de los párrafos del libro, referente al novio de la amada del protagonista. Cuando aparece, Augusto Pérez se pregunta a sí mismo qué papel juega en su vida, en la vida de ella. Él es, ahora, el otro. Y jugando con ese pronombre Unamuno se embarca en una divagación filosófica acerca de la personalidad y el rol que interpretamos tanto en nuestra vida como en la de los demás.
    Si bien, por otra parte, Niebla es la rebeldía hecha prosa, por el hecho de ser el primer representante del nuevo género "nivola", Augusto es también un rebelde (frágil al final, pero rebelde). La visita a casa del propio Unamuno es prueba de ello. El personaje no se conforma con una vida de títere, no manejada a su antojo. Como confesará:
    "–¡Quiero ser yo, ser yo!, ¡quiero vivir! ––y le lloraba la voz."
    "–¿Conque no, eh? ––me dijo––, ¿conque no? No quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme, sentirme, dolerme, serme: ¿conque no lo quiere?, ¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió...! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo! Se morirán todos, todos, todos. Os lo digo yo, Augusto Pérez, ente ficticio como vosotros, nivolesco lo mismo que vosotros. Porque usted, mi creador, mi don Miguel, no es usted más que otro ente nivolesco, y entes nivolescos sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez, que su víctima..."
    Es decir, se trata de la vida de alguien que lucha contra el determinismo divino pero que acaba, tras un periodo revulsivo, aceptando el destino que le haya sido marcado:
    "Este supremo esfuerzo de pasión de vida, de ansia de inmortalidad, le dejó extenuado al pobre Augusto"
    "Y le empujé a la puerta, por la que salió cabizbajo. Luego se tanteó como si dudase ya de su propia existencia."
    Es necesario, asimismo, hacer referencia al concepto de inmortalidad que el libro trata. Para ello conviene saber que a Unamuno siempre le preocupó el tema de la inmortalidad, del qué detrás de la muerte (como ya se explaya en Del sentimiento trágico de la vida... ). Y este libro es quizá en ese sentido un desahogo, o un campo de pruebas acerca de si la inmortalidad es posible, si se puede perdurar tras de la muerte.
    Aunque sea tratar otro libro (Del sentimiento trágico...), es interesante mencionar que para Unamuno la inmortalidad es posible siempre y cuando quede alguien en el mundo material que nos piense, que nos recuerde. Por ello en Niebla se leen referencias tales como:
    Dios dejará de soñarle!"
    "–No se sueña dos veces el mismo sueño. Ese que usted vuelva a soñar y crea soy yo será otro. Y ahora, ahora que está usted dormido y soñando y que reconoce usted estarlo y que yo soy un sueño y reconozco serlo, ahora vuelvo a decirle a usted lo que tanto... "
    En resumen, el libro es una excusa para preguntarnos sobre nuestra existencia, tanto física como espiritual.
    • Estimados estudiantes, lean atentamente un fragmento del cap. XVII de la novela Niebla; identifica algunas características propias de la Generación del 98.

    - Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada.
    - Eso te lo habrá insinuado Elena, ¿eh?
    - ¿Por qué?
    - Porque una vez que me pidió una novela para matar el tiempo, recuerdo que me dijo que tuviese mucho diálogo y muy cortado.
    - Sí, cuando en una que lee se encuentra con largas descripciones, sermones o relatos, los salta diciendo: ¡paja!, ¡paja!, ¡paja! Para ella sólo el diálogo no es paja. Y ya ves tú, puede muy bien repartirse un sermón en un diálogo ...
    - ¿Y por qué será esto?
    - Pues porque a la gente le gusta la conversación por la conversación misma, aunque no diga nada. Hay quien no resiste un discurso de media hora y se está tres horas charlando en un café. Es el encanto de la conversación, de hablar por hablar, del hablar roto a interrumpido.
    - También a mí el tono de discurso me carga ...
    - Sí, es la complacencia del hombre en el hablá, y en el habla viva ... Y sobre todo que parezca que el autor no dice las cosas por sí, no nos molesta con su personalidad, con su yo satánico. Aunque, por supuesto, todo lo que digan mis personajes lo digo yo ...
    - Eso hasta cierto punto ...
    - ¿Cómo hasta cierto punto?
    - Sí, que empezarás creyendo que los llevas tú, de tu mano, y es fácil que acabes convenciéndote de que son ellos los que te llevan. Es muy frecuente que un autor acabe por ser juguete de sus ficciones ...
    - Tal vez, pero el caso es que en esa novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuere.
    - Pues acabará no siendo novela.
    - No, será... será... nivola.
    - Y ¿qué es eso, qué es nivola?
    - Pues le he oído contar a Manuel Machado, el poeta, el hermano de Antonio, que una vez le llevó a don Eduardo Benoit, para leérselo, un soneto que estaba en alejandrinos o en no sé qué otra forma heterodoxa. Se lo leyó y don Eduardo le dijo: Pero ¡eso no es soneto! ... No, señor -le contestó Machado-, no es soneto, es ... sonite. Pues así con mi novela, no va a ser novela, sino... ¿cómo dije?, navilo ...nebulo, no, no, nivola, eso es, ¡nivola! Así nadie tendrá derecho a decir que deroga las leyes de su género ... Invento el género, al inventar un género no es más que darle un nombre nuevo, y le doy las leyes que me place. ¡Y mucho diálogo!